Hoy nos gustaría hablar de un tema un poco particular: la convivencia con los insectos. Los insectos causan pánico y asco a muchas personas, y puede llegar a ser una patología que los médicos llaman la entomofobia . Todos hemos escuchado hablar de la aracnofobia, que es el medio o asco incontrolable a las arañas. Lo mismo ocurre con otros insectos: muchos clientes nos confiesan que sienten ataques de pánico y un asco terrible al ver una cucaracha en la cocina o en el baño. Se trata de un miedo irracional, ya que las cucarachas no son peligrosas, pero a la persona le supone una angustia bien real, que puede tener repercusiones tremendas sobre su calidad de vida y estado de ánimo. Se han presentado casos de personas que han sufrido una depresión por culpa de los insectos que habían invadido su hogar, sea una plaga de cucarachas, chinches de la cama o hormigas, por ejemplo.
Sin embargo, nos toca convivir con los insectos ya que son una parte esencial del ecosistema. Como lo resalta este artículo de Greenpeace , si las abejas desaparecieran por culpa del cambio climático, la vida en la tierra sería casi imposible. La desaparición de las hormigas también sería muy grave para el equilibrio del ecosistema y la biodiversidad, como bien lo explica este artículo de Ecogaia . Sin embargo, a nadie le gusta tener un nido de abejas o una plaga de hormigas en su casa. En efecto, la convivencia con los insectos es necesaria, pero a veces puede llegar a ser una verdadera molestia. Por esta razón, es muy importante evitar el uso de productos tóxicos para eliminar una plaga, que pueden llegar a destruir los insectos que nos molestan, pero también otros insectos que tienen un papel muy importante en el ecosistema.
A veces la gente nos llama y nos dice: “Tengo pececillos de plata en el baño y quiero que fumiguen mi casa”, o “He visto mosquitas pequeñas encima de la fruta y quiero que fumiguen la cocina.” Sin embargo, estos insectos no se fumigan y no tiene sentido pulverizar productos tóxicos para eliminarlos. Cuando tenemos pececillos de plata en el baño, es porque existe un problema de humedad en la vivienda. La única medida válida consiste en tapar los agujeros y usar tapones en los desagües para evitar que entren, o hacer una reforma si se trata de un problema estructural de la vivienda. Cuando tenemos mosquitas en la cocina en verano, hay que evitar poner alimentos frescos como frutas y verduras fuera de la nevera, y los insectos desaparecerán. El calor y la humedad que caracterizan el clima mediterráneo en verano favorecen la presencia de ciertos insectos que no se fumigan, y ninguna empresa de control de plagas seria debería aceptar pulverizar productos tóxicos en una vivienda, que son dañinos para el medioambiente y la salud del cliente, y no sirven para nada.
Por otra parte, hay ciertas plagas que podemos eliminar, pero utilizando un método adecuado y respetuoso del medioambiente. Las cucarachas son el enemigo número 1 en Barcelona en verano. Y en efecto, convivir con cucarachas es una de las experiencias más desagradables que uno puede tener en la ciudad condal. Ciertas empresas todavía utilizan la fumigación química para eliminar las cucarachas, pero este método antiguo tiene varias desventajas: es tóxico, daña el medioambiente, y no soluciona el problema de forma duradera ya que sólo elimina las cucarachas que alcanza y no los nidos. En cambio, el método que utilizamos, a base de gel y trampas de feromonas, es el más eficaz del mercado, y no representa ningún peligro para la salud y el medioambiente. La forma de tratar una plaga de insectos también forma parte de la convivencia con ellos: hay que eliminar las cucarachas sin dejar substancias que podrían afectar negativamente a otras especies. Lo mismo ocurre con todos los insectos, y es la razón por la cual conviene apostar por un control integrado de las plagas, que respete la biodiversidad.
A modo de conclusión, nos gustaría recordarles que la convivencia con los insectos también tiene un componente cultural. ¿Por qué encontramos las mariquitas bonitas, y las arañas asquerosas? ¿Por qué nos da un ataque de pánico ver una cucaracha en nuestra cocina, cuando en otros países comen cucarachas y grillos? Simplemente porque la relación con los insectos forma parte de nuestra cultura, y en el mundo occidental, solemos asociar los insectos con el miedo, el asco y la suciedad. Sin embargo, tenemos que recordar que los insectos forman parte de la biodiversidad, como todas la especies: unos nos pueden molestar o incluso representar un peligro, pero no significa que tengamos que eliminar todos los insectos de nuestro entorno de forma indistinta.
Se acerca el verano, y con él las plagas de insectos, que proliferan con el calor. La plaga de cucarachas afecta a las viviendas y los locales todo el año, pero se intensifica con la subida de las temperaturas a partir del mes de abril. En cuanto a la plaga de chinches de la cama, se extiende a toda velocidad cuando la gente viaja: estos insectos muy pequeños se esconden en nuestra ropa y nuestros equipajes, y luego se instalan en nuestro hogar. ¡Nos gusta el verano pero a los insectos también!
La plaga que nos interesa más particularmente hoy es la plaga de mosquitos comunes que prolifera cada verano en Cataluña, y más concretamente, la plaga de mosquitos tigres. Cada año, se registran zonas de riesgo dónde estos insectos proliferan y representan un problema sanitario cada vez más importante. En efecto, los mosquitos pican a los humanos y la picadura del mosquito tigre puede provocar reacciones alérgicas muy molestas en la piel. Además, los mosquitos representan un peligro para la salud, ya que pueden transmitir enfermedades cuando pican.
Existe una serie de medidas preventivas para evitar las picaduras de los mosquitos: llevar ropa larga, poner repelente en la piel, usar tela mosquetera en la habitación, no dejar agua en los platos de las macetas… Hay que saber que la fumigación de mosquitos no suele ser la solución, ya que es imposible impedir que los mosquitos entren desde fuera de la vivienda o del local.
Sin embargo, algunas iniciativas se están desarrollando para mejorar el control de las plagas de mosquitos comunes y mosquitos tigres. Por una parte, los ayuntamientos de varias ciudades están utilizando drones para detectar los focos de reproducción de los mosquitos y limitar su proliferación. Los mosquitos se reproducen en zonas de agua estancada, de manera que se podría actuar de forma preventiva en los sitios de riesgo. Os recomendamos la lectura de este artículo sobre el proyecto de prevención de las plagas de mosquitos en Alicante: Drones para prevenir el mosquito tigre en Alicante.
Por otra parte, el proyecto Mosquito Alert fomenta la participación ciudadana para prevenir las plagas de mosquitos en todo el territorio español. Gracias a una aplicación móvil, los ciudadanos pueden señalar la presencia de mosquitos tigres en su publicación y los científicos utilizan estos datos para generar un mapa de las zonas de riesgo. El estudio revela que Cataluña es de lejos la Comunidad Autónoma más afectada por la plaga de mosquito tigre, ya que un 80% de la plaga se concentra en su territorio. Para saber más sobre este proyecto de prevención de las plagas a través de la participación ciudadana y las nuevas tecnologías, os aconsejamos la lectura de este artículo: Este es el mapa rojo de la invasión del mosquito tigre.